VERACRUZ, Ver., 15 de agosto de 2021.- A través de fotografías se dejó al descubierto el desastre que se vive al interior de la planta nuclear de Laguna Verde, donde poco más de 24 toneladas de desechos radiactivos consistente en trapos, estopas, ropa u otros accesorios que absorben contaminación radiactiva o que estén impregnados por aceites, lodos y fluidos contaminados radiológicamente están abandonados, acusó físico matemático Bernardo Salas Mar, ex trabajador de la Planta Nuclear.

«El estado en que estos desechos se encuentran representan un grave riesgo, ya que en caso de un incendio resultaría prácticamente imposible sofocarlo, ocasionando la emisión descontrolada de contaminantes radiactivos al medio ambiente. Por su parte, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias, que vigila la operación segura de esta central en México, está inoperante y atada de manos para aplicar sanciones a los responsables de estas condiciones e incumplimientos graves en las que opera Laguna Verde».

Explicó que ya se tienen documentados hallazgos en las inspecciones 08/18-LV1 (2018) y OI-05/19-LV2 (2019), donde se reportan estas situaciones, y condicionaron la solución a esta problemática en la renovación de licencia de la Unidad 1; sin embargo, los intereses de altos funcionarios de la CFE y Sener gobiernan con un pobre actuar de este regulador nuclear ineficiente.

La CNSNS es dirigida por Juan Eibenschutz Hartman, Víctor Manuel González Mercado, Luis Miguel Gutiérrez Ruiz, y por la CNLV son Arturo Parra López y Guillermo Aguirre Núñez, en conjunto son quienes solapan estos incumplimientos a las Licencias de Operación y de Renovación de Licencia de las Unidades de la CNLV.

«Unas fotografías, corresponden al nivel 5.20 del Edificio de Desechos Radiactivos de la Unidad 1, aquí se muestra un ejemplo de los cientos de bidones metálicos perforados por el alto grado de corrosión y que fugan líquido radiactivo debido a su pésimo almacenamiento y tratamiento. Las otras fotografías corresponden al Depósito de Desecho Radiactivos Sólidos Secos (DDRSS), donde se localizan miles de bidones de 200 litros con desechos radiactivos, al cual, el Huracán Roxana en 1995 le voló el techo, aun cuando pasó muy alejado de la CNLV. Este depósito está construido de lámina delgada de sólo 3 milímetros de espesor, cuando la normativa marca un espesor de 30 centímetros».

Salas Mar invitó al Presidente a que recorra la carretera Federal 180 hacia Laguna Verde y después las Rutas de Evacuación del Plan de Emergencia Radiológica Externo (PERE), de esta manera, los pobladores de los alrededores de la CNLV, en caso de la ocurrencia simultánea de un accidente nuclear y una fuerte tormenta, se enfrentan al dilema de morir ahogados o terminar irradiados.

«Estas carreteras están llenas de cráteres y hoyos, cuya barda divisoria en algunos tramos no existe por los frecuentes accidentes que en ella ocurren, está destrozada por la falta de mantenimientos desde hace varios sexenios. Las quejas de los trabajadores de Laguna Verde, con su actual gerente Héctor Sergio López Villarreal y Rafael Enrique Baizabal Sánchez».

En ese sentido, señaló que la comunidad de trabajadores de Laguna Verde se encuentra preocupada, y sus temores se han vuelto realidad, por los riesgos a los que se encuentran expuestos al transitar diariamente por estas rutas, y esta problemática no es atendida por los directivos de la actual administración, ni por el Gobierno del Estado, ni por los diversos organismos que vigilan el correcto funcionamiento de las rutas de viaje y evacuación del personal de la CNLV. Esto ha cobrado mayor énfasis, ya que el pasado 12 de agosto un autobús que transportaba personal de la planta fue impactado por un remolque de un tráiler que se desprendió mientras evitaba caer en los tan mencionados cráteres que abundan en estas rutas.

Finalmente, manifestó, «le recuerdo al señor Presidente que, en escritos anteriores, entregados en la Presidencia de la República, se detallan los hallazgos, reportes de condición, licitaciones, que no han sido atendidos y que dan cuenta de la irresponsabilidad, negligencia e incompetencia de Héctor Sergio López Villarreal, Gerente de Centrales Nucleoeléctricas. De verdad espero que el Presidente de la República tome cartas en el asunto para evitar que Laguna Verde sea noticia de 8 columnas a nivel mundial, debido a la catástrofe nuclear que los funcionarios de la CNLV están fomentando, tal como ocurrió en Chernóbil», concluyó.