XALAPA, Ver., 16 de diciembre de 2014.- La irrupción en la entrega del Premio Nobel de la Paz no fue para obtener protagonismo ni para ganar fama, aseguró el joven Adán Cortés a su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para encontrarse con su familia, después de ser deportado de Noruega.

Ante medios de comunicación y algunas personas que lo esperaban en el aeropuerto, explicó que con su irrupción sólo quiso expresar lo que siente México y abundó que pidió asilo porque tenía miedo de regresar al país.

Adán Cortes dijo que recibió un buen trato por las autoridades de Noruega, que lo liberaron después de pagar una multa de 15 mil coronas noruegas, unos 30 mil 300 pesos, y mencionó que seguirá estudiando y con sus ideales.